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Una egagrópila es una "bola" formada por los restos alimenticios de las aves que al no poder digerirlas, las regurgitan (no vomitan). Algunas tienen formas ovaladas, otras son más redondas y su contenido depende de la dieta del ave. Puede contener huesos, piel, restos de pelo, exoesqueletos, materia vegetal, plumas, uñas y/o dientes... es decir, partes de las presas imposibles de digerir.      Egagrópila de una lechuza común.             desinsectador.com La mayoría de los restos suelen pertenecer a pequeños mamíferos como  ratones, musarañas, ratas... También pertenecen a pájaros pequeños (sobre todo paseriformes) e insectos grandes (grillos, escarabajos,…). Que las aves produzcan egagrópilas, hace que sea indispensable para su supervivencia, ya que, al ser restos muy difíciles de digerir, al animal no le interesa que lleguen a su estómago, por lo que,  ahorra esa energía y la emplea en otras funciones vitales para su organismo.    Egagrópila de garza real. Foto          de